martes, 27 de septiembre de 2016

Historia

Diversas técnicas de higiene dental han sido practicadas desde la prehistoria por el hombre, antes de la creación del cepillo de dientes. Estas técnicas antiguas se han podido verificar por las diferentes excavaciones que se han realizado en distintos lugares del mundo y por encontrar ciertos utensilios que antes se usaban.
Los primeros registros que hay sobre la higiene dental datan de alrededor del año 3000 a.C. En las tumbas egipcias se han hallado ramitas en forma de lápiz, las cuales tenían en uno de los extremos un tacto blando y fibroso para poder llevar a cabo una limpieza dental. A estos primeros utensilios rudimentarios que servían para el cuidado dental se les denominó "palos o varas para masticar", y se fabricaban a partir de ramitas de los árboles, machacando unos de sus extremos hasta ablandarlos. Los extremos de estas varitas se moldeaban en forma de filamentos para que fueran aptos para las encías, teniendo más o menos la forma del palillo de dientes.En la actualidad, algunas tribus nativas de África y Australia todavía usan estas herramientas para su cuidado dental
Otro ejemplo que hay sobre un utensilio anterior al cepillo de dientes y que aún se usa hasta nuestros días para poder obtener una buena limpieza dental es el miswak por parte del mundo islámico. El miswak se obtiene de una planta llamada Arak, que también es conocida como el "árbol del cepillo dental". Se la utiliza masticándola hasta deshilacharla, y a partir de ahí se obtienen grandes penachos
que contienen flúor. Sin embargo, la creación y primera aparición del cepillo de dientes, se le atribuye a los chinos hacia el año 1498 o 1500 más o menos, en el siglo XV. Aunque se piensa que el cepillo de dientes puede ya haber estado desde antes del año 1498, pues en Japón ya andaba circulando dicho artefacto para el cuidado de los dientes. Ya que un maestro zen japonés llamado Dōgen, al viajar a China, "vio a algunos monjes limpiar sus dientes con cepillos hechos de cerdas de caballo cosidos a mangos de hueso de buey". La manera en la que se fabricaban estos cepillos era extrayendo manualmente las cerdas de los cuellos del jabalí de los climas fríos de Siberia y China, ya que al vivir estos animales en bajas temperaturas su pelaje se volvía duro y crecía con mayor consistencia. Al extraer las cerdas de los cuellos del jabalí, se cosían a mangos hechos de huesos o de bambú. Tiempo después se empezaron a crear otros cepillos dentales, utilizando pelajes de animales diferentes como el del cerdo, del caballo y de tejón y al mismo tiempo, se utilizaban también diferentes mangos hechos de marfil y de madera.
Más tarde en el año 1600, es introducido el cepillo de dientes a Europa, por parte de los mercaderes ingleses que viajaron a China, más o menos cuando ya estaba acabando el Renacimiento. Sin embargo, en aquellos tiempos los europeos no recibieron con muy buen agrado este utensilio, porque consideraban que las cerdas que se empleaban eran de una dureza excesiva, que al momento de cepillar los dientes, les causaba irritación y también malestar en las encías. Por otra parte, al llegar el cepillo de dientes a Europa, no se usaba con tanta frecuencia debido a qué no todos estaban acostumbrados a una buena limpieza dental y aún se preferían usar otro tipo de métodos para la limpieza de los dientes qué ya estaban antes de la aparición de este utensilio en Europa, como el caso de los palillos que estaban hechos con plumas de gansos o de metal como oro o plata. Una vez introducido el cepillo de dientes a Europa, este no llegó a tener muchas modificaciones después, sino que solo se cambiaban las cerdas de jabalí por crines de caballo para obtener mejores resultados. Además de que este utensilio no podía ser accesible para todos, pues solo era para reyes y personas de alto élite por ser de un costo tan elevado como el caso de la corte francesa en Versalles, debido a que muchos de los cepillos estaban hechos con mangos de marfil y las cerdas estaban elaboradas con crines de caballo.
A pesar de la introducción del cepillo de dientes de los chinos en Europa y con la gran fabricación masiva qué llegó a tener, como el caso de los cepillos de Williams Addis, este no llegó a tener buena reputación. Debido a qué en 1723, se descubrió que el uso de las crines de caballo podía generar enfermedades bucales por ciertas bacterias. Este descubrimiento fue hecho por Pierre Fauchard, qué además propuso una técnica para el cuidado de los dientes que es: "la frotación diaria de los dientes con esponjas naturales". Tiempo después, en el siglo XIX, al igual qué Fauchard, Pasteur dio a conocer una teoría de los gérmenes que tuvieron que comprobar los odontólogos, de que en los cepillos hechos con pelos de animales, se generaban bacterias y algunos hongos por quedarse húmedos después de usarse. Así qué para evitar esto, fue recomendado esterilizar el cepillo, poniéndolo a hervir en agua caliente. Pero a pesar de tomar dicha medida, el cepillo de dientes se vuelve inservible porque las cerdas se ablandan y se van desprendiendo con el uso.
Pero no fue hasta en los primeros inicios del siglo XX, por el año de 1930, que apareciera la invención del nailon por parte de Wallace H. Carothers, que muy pronto sustituiría a las cerdas de animales por este novedoso invento. Ya que el nailon, a diferencia de las cerdas de animales que normalmente se empleaban, es más resistente, flexible y brinda un mejor cepillado, evitando la contaminación por bacterias y haciendo que el cepillo se seque más rápido. Así mismo, las cerdas de nailon se quedan mejor adheridas al mango del cepillo, evitando desprendimientos al momento de usarlo. Fue entonces cuando en 1938 apareció el primer cepillo de dientes parecido al de nuestros días, bajo el nombre de "cepillo milagro", el cual daba una buena higiene, pero a pesar de ser popular y mejorado este tenía el problema de que sus cerdas eran duras al contacto y qué incluso llegaron a lastimar un poco las encías por lo cual no fue muy recomendado por los dentistas.

Aunque no fue perfecto del todo este nuevo cepillo de dientes, con el tiempo se empezaron a buscar nuevas perfecciones a las cerdas de nailon para qué estuviera de acuerdo a las necesidades de las personas. Fue entonces cuando en 1950 apareció el cepillo dental "Park Avenue" de Dupont, que mejoró las cerdas haciéndolas más suaves que del original, facilitando más fácilmente la limpieza de los dientes y sin ninguna molestia, haciendo de este también más barato y accesible para más personas.

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